jueves, junio 29, 2006

Mitad uva mitad manzana














Tu cuerpo, mitad uva, mitad manzana,
aparece como uno de los misterios del universo
para mí.
La forma en que te desvistes:
como puedo ver tu espalda
mientras dejas caer tu chaqueta,
lentamente,
enseñando tus hombros ébano,
descubriendo para mí el surco
que te recorre de arriba a abajo
y que me lleva
y que me pierde
mientras coqueteo con el blanco algodón
de tu ropa íntima,
que desaparece en tus manos
cuando te abalanzas
y los cuerpos se enredan
para calmar el ansia.
Entonces, me llevas.
Es así: todo está por escribirse entre nosotros.

lunes, junio 19, 2006

Adios amigo




















¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro terrible viaje ha terminado,
el barco ha sobrevivido a todos los escollos,
hemos ganado el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado,
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
¡oh rojas gotas que caen,
allí donde mi capitán yace, frío y muerto!

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas,
levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín,
para ti ramilletes y guirnaldas con cintas,
para ti multitudes en las playas,
por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.

Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
la nave, sana y salva, ha anclado, su viaje ha concluido,
de vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad campanas!
Mas yo, con tristes pasos,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.

(¡Oh Capitán, Mi capitán! - W. Whitman)

jueves, junio 15, 2006

Cómo














Me dices que mis besos están llenos de ansia
y que el deseo descontrolado me ulcera por dentro.

¿Podría ser de otra forma,
si día a día tengo que enfrentar
un olor como el tuyo,
un abrazo como el tuyo,
un besar como el tuyo,
un querer como el tuyo,
un mirar como el tuyo,
un cuerpo como el tuyo
y unos labios como los tuyos?

Todo está por escribirse entre nosotros.

sábado, junio 03, 2006

Tormenta














Al fin,
las nubes se abren y dejan ver el cielo.
Al fin,
la tormenta cesa
y puedo descansar mi cuerpo en tu regazo
y volver a sentir la paz
que perdí sin ti.