Nombro tu cuerpo como relato de aventuras:
me lanzo a explorarlo,
me lanzo a conquistarlo:
como expedicionario enfrento tormentas,
desafío altas cumbres
y me pierdo en la selva negra
donde acecha lo salvaje que hay en ti.
Como conquistador
te reclamo en nombre de mis reyes,
para que seas mía,
y solo
frente al alzamiento aborigen,
descubro,
que tú me has descubierto
y yo soy el conquistado.
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