Mi cuerpo visitó variados dormitorios
y durmió en diversos lechos
hasta que llegaste tú
y con tu mirada destrozaste edredones y sábanas
regando las habitaciones de plumas
como recuerdos.
Ahora que te has marchado,
soy ciudad fantasma,
ciudadela sitiada,
casa en pena de recuerdos
y memorias de otras batallas:
puede que yo te haya dejado,
pero a ti
la brisa o el viento
te llevó mucho antes.
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