martes, febrero 22, 2011

Como el viento

Sólo contigo
sólo soy feliz si yo te miro
basta tu aliento
para que me sienta como el viento.

Sólo contigo
sólo soy feliz si yo te miro
basta tu aliento
para que me sienta como el viento
como el viento
como el viento
como el viento
mece mi cuerpo.

Esta mañanita te has vestido de felicidad
como todos los días desde que te veo caminar
siempre luchando entre toda esta mediocridad
siempre aguantando a los que te quieren pisar.

Sólo contigo
sólo soy feliz si yo te miro
basta tu aliento
para que me sienta como el viento

Sólo contigo
sólo soy feliz si yo te miro
basta tu aliento
para que me sienta como el viento
como el viento
como el viento
como el viento
mece mi cuerpo
como el viento
como el viento
como el viento
mece mi cuerpo.

Tienes para todos lo que están y los que tienen que llegar
pero me pregunto cuánto para ti te va a quedar
No guardas nada
todo para todo sin para final
Esta es la historia de un camino que no tiene final.

Sólo contigo
sólo soy feliz si yo te miro
basta tu aliento.
para que me sienta como el viento

Sólo contigo
sólo soy feliz si yo te miro
basta tu aliento
para que me sienta como el viento
como el viento
como el viento
como el viento
mece mi cuerpo
como el viento
como el viento
como el viento
mece mi cuerpo.


jueves, febrero 17, 2011

La hora de la quietud














Esta es la hora de la quietud:
la hora en que apagas las luces,
la hora en que las cosas perdidas vuelven,
la hora en que las piedras abrasan,
la hora en que los amantes se abrazan.

Esta es la hora de la quietud,
la hora de la carencia,
la hora de tu ausencia,
la hora del llanto mudo,
la hora de la huida.

Esta es la hora de la quietud,
la hora de la ebriedad eterna y
de la visita de las musas.

Esta es la hora en que pronuncias mi nombre,
dormida,
como un buen recuerdo
o una mala pesadilla.
Esta es la hora de la quietud.

martes, febrero 15, 2011

Conversation

The tumult in the heart
keeps asking questions.
And then it stops and undertakes to answer
in the same tone of voice.
No one could tell the difference.

Uninnocent, these conversations start,
and then engage the senses,
only half-meaning to.
And then there is no choice,
and then there is no sense;

until a name
and all its connotation are the same.