viernes, febrero 24, 2006

Planes













En la esquina de mi habitación tengo un bolso lleno de planes.
Allí guardo los viajes que nunca hice y los besos que nunca dí.
Además, están también los libros que nunca compré, los que nunca tuve y peor aún, los que nunca escribí. Estan los diferentes modelos de auto que jamás podré tener y las prendas de ropa que nunca me puse, para no ir a esas fiestas a las que no me invitaron.
Hay una sección especial donde guardo todas aquellas invitaciones a salir que nunca hice, a actrices y gente famosa, que estoy seguro si me conocieran, responderían con un "sí" improbable.
Tengo un lugar reservado para mis relaciones amorosas que no fueron, las que fallaron en el camino y las que no comenzaron a empezar. Por supuesto, hay también un sección donde guardo aquellos coitos interruptus que por diversas razones no tuvieron buen fin, junto al bolsillo de todos los vasos de alcohol que no alcancé a beber, debido principalmente a mi constante estado de ebriedad.

A veces lo llevo conmigo cuando emprendo un nuevo viaje o una nueva relación, que no es lo mismo, pero es igual. Sin embargo, como podrán sospechar, mi bolso pesa mucho, por lo que, en general, prefiero dejarlo en casa, en ese rinconcito que imperceptiblemente se ha adueñado.














Algunos creen que, tarde o temprano, mi bolso estallará, tan lleno de cosas, secretos y lugares que nunca he visto.
Pero yo no. Yo prefiero dejarlo en su esquina y verlo de vez en cuando, revisarlo incluso, para no olvidarme de las cosas que nunca tuve y, por el contrario, recordar todas las maravillosas cosas que me rodean.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy lindas las fotografias.. ademas el escrito esta exelente.. profundo y muy entretenido.. corto peor presiso.. facilmente uno se lo puede imaginar mientras va leyendo.. un saludo
besos adioz!

Pao.·*

Verónica Díaz C dijo...

Creo que mi maleta es como la tuya, pero desde hace un tiempo estoy sacando aquellas cosas que ni hice que hoy sí quero hacer; ha sido bello, mágico y divertido.

Un beso

Anónimo dijo...

deberias tirala al agua y empezar con valija nueva.
pero es cierto, todos guardamos las cosas negativas y de alguna forma nos sirven para poder apreciar las buenas.

Volviste inspirado!!
jeje

Chau!

Anónimo dijo...

just drop it!
necesita una seria lismpiesa espiritual no cree?
aquí la esoterica dl pueblo reportandose,
como siempre espectaculares escritos
black kiss**

Anára

Carlos dijo...

Amigo!
Veo que tus vacacioneas han sido muy recarga pilas: ya vas en dos post!
La del post anterior es Ella?

Ah, la maleta: me parece que si está, es bueno que esté así: en su rincón. Un memorial, un homenaje al que fuí, tal vez; no sé. Un lugar de experiencia, también, no?

Mientas no sea un lastre...

El poema acerca de la ciudad ajena me gustó mucho. Se conecta en poco con la maleta, con los rostros que nos miran desde el andén, con esa miad que por un instante conectó con nuestra alma sólo para perderse después entre la muchedumbre o la nada. Pequeños duelos microscópicas heridas en el corazón.

POLAF dijo...

Me dan ganas de decir al igual que munieca, que tires esa maleta, pero
eso sería contradecirme en lo más esencial :-), ya que soy la primera en guardarlo todo.
Imagino que hay que lograr que las maletas no pesen tanto, es terrible viajar con sobrepeso, o tener que dejar alguna de ellas en la bodega de la casa aguardando a que su tiempo les llegue.

Me gustó mucho tu post anterior, esas miradas que nunca volverás a ver... muy evocador lo que escribiste.
Bueno, saludos y me alegró mucho ver tu mensaje en mi blog.
P.

Denise dijo...

el problema es que a veces la maleta se abre sola, ni siquiera le importa si el lugar o el momento es el adecuado, y deja escapar eso que estaba especialmente acomodado en el fondo.