sábado, noviembre 24, 2007

Un Arte - Elizabeth Bishop




















El arte de perder no es difícil de manejar;
tantas cosas contienen el germen
de la pérdida que perderlas no es un desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la inquietud
de perder las llaves de la puerta, la horas malgastadas.
El arte de perder no es muy difícil de manejar.

Después intenta perder mucho más, más rápido:
lugares, y nombres, y la escala siguiente
de tu viaje. Nada de eso será un desastre.

Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! desaparecieron
la última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es muy difícil de manejar.

Perdí dos ciudades entrañables. Y un inmenso
reino que era mío, dos ríos, un continente.
Los extraño, pero no fue un desastre.

Ni aun perdiéndote a ti (la voz cariñosa, el gesto
que amo) me podré engañar. Es evidente
el arte de perder no es muy difícil de manejar,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.

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