
Largas empalizadas
resguardan tu corazón
de cualquier contacto humano.
Por siglos
o centurias o eones
lo han asediado
con magros resultados.
Pero ya ves,
como al inexorable paso del tiempo
nadie lo detiene
y tus muros y murallas
ya comienzan a desmoronarse
y resquebrajarse,
ajados por lo inevitable.
Tendrás, sin duda,
que patrocinar justas y torneos,
para que
caballeros venidos de tierras lejanas
luchen por tus migajas.
Pero ya ves,
yo habré partido hace años,
centurias o eones,
tal ves,
al seno del Grial
que siempre esperó por mí,
consumiendo el mismo tiempo
que te verá en la derrota.
1 comentario:
Pobres de esos caballeros que luchen por aquellas migajas... luego de tanto tiempo.
beso grande y buen año...
Publicar un comentario