Nuestro amor
se cocina con paciencia,
se prepara a fuego lento,
pausadamente,
poco a poco.
Se marina entre sábanas
y se gratina
al calor de los cuerpos
hasta que rompe hervor.
Se tamiza de ti,
se sazona en tus piernas
se saltea de tu sexo
hasta llegar al punto de ebullición.
Luego,
se reserva en tu piel
para devorarnos
uno al otro.
8 comentarios:
Aunque con tardanza; solo quería agradecer el texto de Rilke.
CAMBIO Y FUERA.
De nada. Para eso estamos.
Delicioso.
beso,
q buen poema!! llegue aca por casualidad!!
saludos :)
q buen poema!! llegue acá por cosas de la vida y me encontre con tu poema y no pude no dejarte un mensaje :)
Saludos!
Tanto tiempo sin venir, Palimpsesto. Lindo poema. ¿Sabes quién es el Cocinero, no?
Me alegró ver que sigues escribiendo y presente.
Un abrazo.
cuándo el libro de hemingway? Se te adelantó un boliviano, me parece.
ya te eencontré!
mas alimento por favorrrrrrr
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