A la deriva
A la deriva,
en medio de la mar
indomesticable,
el silencio se amotina,
se insubordina,
y levanta a mis musas
contra mí.
¡Corsario! le grito,
mientras me abandona
en medio de una isla
como la de Apolo,
me observa
a lo lejos,
mientras se retira
y me deja
a la deriva,
en medio de la mar,
indomesticable.
2 comentarios:
oh, el silencio y esas musas...
Hace tiempo me abandonaron.
Me encantó.
beso,
muy bueno :)
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