Una vez soñé a una mujer como Tú.
"...los gestos extraños que para matar al amor hacen los amantes" P. Valery
jueves, diciembre 13, 2007
martes, diciembre 11, 2007
Tú: Otro
lunes, noviembre 26, 2007
"i carry your heart with me" e. e. cummings
i carry your heart with me(i carry it in
my heart)i am never without it(anywhere
i go you go,my dear; and whatever is done
by only me is your doing,my darling)
i fear
no fate(for you are my fate,my sweet)i want
no world(for beautiful you are my world,my true)
and it's you are whatever a moon has always meant
and whatever a sun will always sing is you
here is the deepest secret nobody knows
(here is the root of the root and the bud of the bud
and the sky of the sky of a tree called life;which grows
higher than the soul can hope or mind can hide)
and this is the wonder that's keeping the stars apart
i carry your heart (i carry it in my heart)
sábado, noviembre 24, 2007
Un Arte - Elizabeth Bishop
El arte de perder no es difícil de manejar;
tantas cosas contienen el germen
de la pérdida que perderlas no es un desastre.
Pierde algo cada día. Acepta la inquietud
de perder las llaves de la puerta, la horas malgastadas.
El arte de perder no es muy difícil de manejar.
Después intenta perder mucho más, más rápido:
lugares, y nombres, y la escala siguiente
de tu viaje. Nada de eso será un desastre.
Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! desaparecieron
la última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es muy difícil de manejar.
Perdí dos ciudades entrañables. Y un inmenso
reino que era mío, dos ríos, un continente.
Los extraño, pero no fue un desastre.
Ni aun perdiéndote a ti (la voz cariñosa, el gesto
que amo) me podré engañar. Es evidente
el arte de perder no es muy difícil de manejar,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.
domingo, noviembre 11, 2007
Mi cuerpo te llama
domingo, noviembre 04, 2007
El peso de tu cuerpo
jueves, noviembre 01, 2007
Sexo y frutillas
lunes, octubre 08, 2007
domingo, septiembre 30, 2007
Surcos
sábado, septiembre 15, 2007
miércoles, julio 18, 2007
Entre tus piernas
Tendido,
entre tus piernas
encuentro la puerta que me lleva a tu corazón.
Tus ojos ya me han dejado entrar
con anterioridad.
Muerdo tus muslos
para caber sin dificultad.
Tu gemido es una invitación,
tu mano; la guía.
Dentro de ti
está el lugar para el amor.
Pero tú no lo sabes.
O lo niegas.
Quizás por temor.
Quizás por vergüenza.
Quizás porque aún no es tu tiempo.
Quizás porque aún soy demasiado extranjero
y no conozco bien la lengua,
el dialecto,
que se habla en ti.
Pero me lo enseñas.
Torpemente,
a tientas llegando al éxtasis,
lo aprendo,
lo aprehendo.
Soy hombre, después de todo.
Nada se da fácil para mi género,
nada se da fácil para mi especie.
Este es tu reino.
Eres Buda joven, inexperto.
¿Cómo enseñarme,
si aún hoy aprendes
sobre tus propios dominios?
Hay guerra civil en ti.
Mientras,
yo soy veedor.
Me has permitido la entrada.
Sospecho que no me puedes expulsar.
Dentro,
encuentro armas de destrucción masiva.
Pero no temo.
Me entrego a ti como prisionero de guerra.
Esta es tu tierra.
Son tus labios los que se abren para eregir ciudades,
edificios, templos.
Allí,
soy sacerdote.
Cuando acudes a la iglesia,
que construiste para mi,
te puedo contar mi fe.
Dios mediante,
nuestro amor será sagrado.
Tus pies diminutos que me ocultas,
o tus senos caoba que me regalas;
tus labios rosados que me cubren y me levantan:
todo son pistas,
vestigios de una ciudad perdida,
que debo rastrear,
que me lleva a la selva inexpugnable,
que debo atravesar,
antes de llegar a la puerta,
a la otra puerta
que da a tu corazón.
Cuadro: Bad Boy, Eric Fischl.
Inspiración:Criptomnesia
domingo, julio 08, 2007
El bosque y los árboles
No puedes ver el bosque por causa de los árboles, me dices.
Los cúmulos de pinos que rodean la visión impiden que la humedad se vaya del cuerpo, del camino,
de los troncos y la arboleda.
El moho y el verdor nos rodea.
Nos somete.
La humedad percute los intersticios de nuestros abrigos,
mientras que el vaho
y una luz blanca que ilumina, tenue,
irrumpe en la oscuridad que aparece
entre medio de la corteza resquebrajada
y los anillos de los troncos que han caído presa de su propio peso
y su edad.
El otoño por un lado, el invierno, por el otro.
Al llegar al centro,
sentimos el crepitar de las ramas tiradas en el suelo,
el sonido ensordecedor del silencio que nos envuelve,
como si gigantes avanzaran entre los árboles hacia nosotros.
Y, sin embargo,
el silencio lo cubre todo.
Al compás de los pasos,
insectos y animales nos vigilan,
de lejos,
como temiendo perder su santuario.
Entonces encontramos una casa deshabitada.
El guardabosques parece haberse ido hace eones;
todo allí parece tener las marcas del paso del tiempo:
la herrumbre depositada lentamente en los tachos
que persisten en contener residuos de bebidas bebidas por otros,
las herramientas tiradas, desordenadas,
como señal de una vida pasada que se fue,
el hacha mellada,
la pala con restos de tierra, barro y lodo en su contorno,
y la oscuridad que lo ilumina todo.
La luz blanca insiste en apuntarnos,
helándonos en medio de la habitación.
Estamos de paso.
Reanudamos la marcha,
guíados por los ecos lejanos,
los sonidos distantes,
la esperanza remota.
El caminar se hace lento,
pesado,
a medida que continuamos, la salida parece estar cada vez más lejos.
En un abrazo final,
intentamos dar lo último para escapar del mundo que nos rodea,
del mundo que quiere devorarnos.
El musgo intenta apoderarse de nuestros pies,
de nuestros pasos;
con cada uno,
nos hundimos y hundimos en la tierra,
formando parte de ella,
uniéndonos en un lazo inesperado.
Al final, el mundo es otro,
nada parece igual;
el sendero nos ha llevado
por caminos obtusos,
desconocidos.
"Debimos traer migajas de pan" me dices.
Y yo pienso que es verdad.
Pero ahora, en medio de la nada,
rodeados por altos árboles de copas frondosas y cerradas,
que abrazan la luz y solo dejan pasar haces diminutos,
las preguntas afloran como los aromas que nos rodean.
No hay más adelante: es el aquí y el ahora.
¿Cómo salir?
Dejémonos llevar, dejémonos llevar.
El aire que nos atraviesa,
nos llevará al lugar donde pertenecemos,
nos conducirá al hogar anhelado.
Poco a poco, nos desvanecemos en lo oscuro
y cada uno de nuestros miembros se evapora,
y se esparce como semilla o fruto veraniego.
Al acabar,
la oscuridad completa todo
y el silencio acapara todos los lugares,
mientras el bosque vuelve a su rutina
y recupera su ritmo tradicional.
"El bosque y los árboles", me dices.
Foto: www.germanmartinez.cl
domingo, mayo 06, 2007
Todas las cosas
sábado, abril 07, 2007
12 (Girondo)
Nos amamos, nos besamos, nos hundimos,
nos sumergimos, nos caemos, nos inundamos,
nos besamos, nos tocamos, nos penetramos,
nos sentimos, nos volcamos, nos revolvemos,
nos chupamos, bajamos, nos tragamos,
nos mordemos, gritamos, nos comemos,
nos acariciamos, gemimos, nos dormimos,
nos peleamos, nos odiamos, nos necesitamos,
nos reconciliamos, nos abrazamos, nos callamos,
nos buscamos, nos perdemos, nos encontramos,
nos llamamos, nos sentimos, nos escuchamos,
nos ensordecemos, lloramos, nos asustamos,
nos miramos, caminamos, nos juntamos,
nos regalamos, aprendemos, nos felicitamos:
nos besamos, nos abrazamos, nos amamos.
miércoles, marzo 21, 2007
Extraordinario
Finalmente las fotografías que están encima de la mesa de centro
me hacen recordar las veces que hacemos el amor en la sala,
golpeando la madera ajada,
como mi piel, como tu corazón.
Tus polaroid nos atrapan, nos enmarcan;
resisten el paso del tiempo:
nuestros cuerpos se dejan llevar, en cambio, por él.
En ti, el devenir diario es una bendición;
tu cuerpo,
sobre el mío,
apoyado en mi pecho,
mientras mis brazos te cubren,
te atrapan,
te protegen,
me proteges.
El día a día,
junto a ti,
es Sísifo invertido.
viernes, febrero 09, 2007
Problemas
La respiración entrecortada,
el agobio incesante,
el golpeteo constante,
la resaca insaciable,
la soledad implacable,
el deseo inflamable,
las voces incallables,
el silencio envolvente,
la nostalgia permanente,
la tristeza incurable,
la decepción invencible,
la felicidad inalcanzable,
la música que lo inunda todo:
todos mis problemas comienzan cuando Tú te vas.
sábado, enero 27, 2007
Avalancha
jueves, enero 11, 2007
Fantasma
Tu fantasma es el aroma que dejas cuando nos despedimos.
Tu fantasma me acecha, me persigue, me acompaña.
Está junto a mi cuando duermo,
deja su aroma en mis ropas,
me atraviesa cuando camino,
se posa en mi,
me desmaterializa.
Tu fantasma eriza mi piel,
mis sentidos,
estremece mi cuerpo y mis sensaciones.
Cuando se va,
soy yo quien desaparece.
El día está como para sentarnos a escuchar música triste
El día está como para sentarnos a escuchar música triste,
mientras tú te sientas entre mis piernas,
y yo te abrazo y susurro a tu odio,
me pierdo en tu cuerpo,
me dejo enredar por las vueltas de tu pelo,
me entrego a tus brazos,
me deshago en tus labios,
me mezclo con tu perfume.
El tiempo hace la espera intolerable,
pero la paciencia es la manera más rápida.
If
Si tuviera un auto
conduciría cientos de kilometros para llegar a ti;
rebasaría los límites estatales de velocidad
para no estar más tiempo alejado de tu lado;
quebrantaría cada norma y ley
para encontrarte antes de lo planeado;
dejaría que el otoño golpeara en tus pies,
que el viento revolviera tu pelo
y que tus lentes oscuros reflejaran la luz del sol.
Si tuviera un auto
me dejaría llevar por cada camino,
porque todos conducen a ti.
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