jueves, septiembre 01, 2005

Pertenecer











Ella colapsa cada domingo por la mañana.
Al despertar, camina hacia la cocina y comienza a preparar el café, mientras corren a su cabeza las imágenes de desolación que no le permiten avanzar.
La soledad, el vacío, el no pertenecer con nadie; no a nadie.
El calor del tazón es su único compañero y siente que solo le queda darse por vencida.
Su cuerpo pareciera desbaratarse, desmoronarse, mientras su alma está perdida en algún lugar que no recuerda.
Ella colapsa cada domingo en la mañana y pareciera no tener esperanzas.
- ¿Dónde estás, dónde estás? -se pregunta y la respuesta queda suspendida en el vacío.
Afuera, la luz de la mañana comienza a cubrir cada rincón de la casa.
-¿Cuántas veces más, cuántas veces más?
Las cosas caen por su propio peso y la amargura brota de la misma forma en que las plantas se abren para recibir la mañana.
El dolor se clava en el centro de su cuerpo y pareciera inmovilisarla. Pero no. Nunca es suficiente, no alcanza para detenerte por completo y es demasiado como para seguir sin notarlo.
- ¿Dónde estás, dónde estás? -se pregunta, mientras el dolor aumenta y hace que el tazón resbale de su mano, quebrándose en pedazos y manchando el suelo.
Es la última vez. La última oportunidad. Ya no quiere más juegos, ya no quiere más buscar.
Ella colapsa cada domingo en la mañana.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No se porque pero me parece algo familiar... Yo a veces siento eso de la no pertenencia..
todo cae por su propio peso...
Igual me gusta la soledad y el sentido de la no pertenencia, me agrada saber que no pertenezco a nada ni nadie, me agrada pensar tb que algun dia esta condicion involuntaria y voluntaria a la vez podria cambiar...
suerte el ser el propio inventor de los rumbos.
se despide
juanita, tu fiel lectora

Anónimo dijo...

querido, esto lo diré sólo una vez..........BASSSSSTA!!!!!!!!, el oscurantismo no te queda, eres demasiado luminoso, puedes escribir de todo, desde futbol, pasando por un detestable cuento infantil, hasta tres frases que me hagan llorar, pero te leo y siento que te he dejado solo, que te cuesta reir por que siempre es mas fácil llorar, para reirse de todo y de todos hay que tener cojones, pero a tí nunca te faltaron, te propongo un desafío..........ESCRIBE LO MAS ALEGRE QUE PUEDAS, UNA SOLA COSA....PIENSA EN LO MAS LUMINOSO QUE SIENTAS...( CLARO ESTÁ, ADEMÁS DE MI, JA).......demás está decir que te aseguro que va a ser lo mejor que hayas escrito.........YO.

Anónimo dijo...

Oye won... creo que si le mandas tu texto a Robert Smith, el rey de la depre, los momentos de tension y los minutos de desesperacion en la oscuridad...adopta tu declaracion de soledad como su bandera de lucha.
Lo bueno de estar triste a la salida del invierno, es que los dias se hace luminosos, y tarde o temprano la pena habra fluído a una dulce melancolia del pasado, casi como de un cuento que leiste hace años atras, y del cual no guardas toda la historia, sino unas pocas imagenes selectas que le dan sentido al recuerdo.

PD: Juanita, me gusto tu frase de ser el propio inventor de los rumbos...como dice la cancion: somos lo que hicimos de nosotros mismos.
Nada nos obliga a ser felices o infelices.

atte
German Martirio

Anónimo dijo...

MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMm..........yo.-

† Pâu † dijo...

Cada sábado por la mañana, colapso... desde que se fue de mi lado. Y este texto es cuán reflejo del café desolador de las mañanas...

Maravilloso blog :)