Y así,
repentinamente,
subrepticiamente,
llego a cada esquina y te busco,
en los recovecos de mis ojos,
en los recovecos de mi corazón,
esperando volver a verte,
esperando volver a encontrarte,
y nunca estás,
pero veo tu figura caminando hacia mí,
con tu paso orgulloso,
con la decisión que hace falta en tu vida,
golpeando en cada una
y todas las esquinas de mi cuerpo.
1 comentario:
Marcelito:
por fin leí tu poema " No volveré a sentir cosas dulces", tranquila y serena.
Me encanto!
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